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Islas

Unos tan dulces obituarios...

A UNA MUJER
QUE MURIÓ, NIÑA, EN MI INFANCIA
Cementerio de Moguer

Veinte años tienes en la muerte.
Eres ya una mujer -¡qué hermosa eres!-
Veinte años… ¡Te pareces a esta aurora
bella y fría -¡qué pura!-, tierra y gloria!

(Juan Ramón Jiménez)

Es el desnudo caminar. La duda se confunde entre la pureza, y miramos arriba, muy arriba. Adonde caminamos desnudos. Como el verso.

Punzantes asonancias… ¡Muerte eres y en la muerte pareces la hermosa aurora!
¡Gloria...!

2 comentarios

artdyl -

¿Podrías citarme algún libro de literatura amerindia accesible en bibliotecas? Me encantaría curiosearlo

Purificación Requena Ortiz -

Que mejor comentario a un poema que otro poema. Descubri la otra tarde, mientras saboreaba un delicioso julepe de menta, un poema perdido del genial autor indijena amerindio Nöel me-Cocöme, autor poco conocido y al que me gustaría hacer justicia porque su calidad es indiscutible. He seleccionado esta pagina por considerarla de un gusto y una delicadeza supremos. Es el marco idoneo para esta pequeña obra maestra.

La mujer robotica
tiene un secreto en el tipi.
¿con el que doma al osito?
¿con el que husmea al osito?
¿con el que ridiculiza al osito?
¿con el que lame al osito?
¿con el que ningunea al osito?
¿con el que maltrata al osito?
Pero en el tipi no hay nada.

Nöel me-Cocöme